Al desarrollar una estrategia on-line resulta interesante hacer una inversión en SEM o display para poder mostrar resultados positivos en el día 1 de la campaña y ganar la confianza del cliente, pero ése no debe ser nunca nuestro objetivo único o principal.
Con Google Adwords podemos colocar nuestro anuncio el primero y pagar sólo cuando alguien entra a nuestra página. Una campaña bien optimizada puede darnos un retorno adecuado; pero si mañana se corta la inversión y no hemos atraído a nuestro público de forma natural, nuestras visitas bajarán a cero.
Es más, una página que no invierta en contenidos no va a obtener una conversión adecuada en esos clicks, debido a la carencia de landing pages específicas, de información que consiga dar al cliente un valor adicional, etc. lo que aumentará el CPA y en muchos casos hará que la estrategia sea ineficiente si tenemos un competidor que sabe lo que hace.
¿Para qué sirve el marketing de contenidos?
Fundamentar nuestro posicionamiento en torno a contenido relevante para el cliente supone atraer visitantes de forma natural, mejorar nuestra relación con otras webs y usuarios de nuestro entorno, y si está bien hecho, generar uno de los ROIs más bajos de toda la estrategia a medio plazo.
Es más, el marketing de contenidos se basa en generar una relación con el cliente que consiga familiaridad, simpatía y confianza, de forma que no sea entendido como un canal de captación, sino el pilar que sostiene toda la conversión online, la reputación, y el diálogo con el cliente.
¿Cómo diseño mi estrategia de Content Marketing?
Muy sencillo: crea contenidos creíbles, originales, divertidos, de gran calidad y que aporten valor al ser compartidos.
¿Qué buscas cuando retuiteas algo o lo compartes en Facebook?
Personalmente yo busco contenido de calidad que invite a otra gente a retwittearme o seguirme: intento que sea novedoso, diferente, original… que hable de un tema que me interese a mí y a mis seguidores, que tenga información precisa…
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